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El vino, pasión
y snobismo en China.
Desde hace poco tiempo, en las mesas de los nuevos ricos chinos,
las buenas botellas de vino tienden a destronar al coñac,
que era su bebida preferida desde el lanzamiento de las reformas
económicas. En las grandes ciudades chinas, como Pekín
y Shanghai, los clubes de degustación de vinos están
de moda y las grandes fortunas rivalizan a la hora de tener sus
propias bodegas. "Todos los amantes del vino quieren tener
sus propias bodegas", aseguraba en su número del mes
de mayo la nueva revista especializada 'Food and Wine'. Por ahora,
la palma se la lleva Zhang Yuchen, un promotor inmobiliario que
hizo fortuna construyendo pisos en los alrededores de la capital.
Cerca ya de la sesentena, este apasionado del vino y de la viticultura
francesa tiene dos bodegas. Una pequeña en su casa y otra
enorme, la mayor de China, con cerca de 20.000 botellas, en el
corazón de una réplica exacta del 'château'
de Maisons-Laffitte, símbolo del clasicismo francés,
que edificó a una hora de Pekín.
"A medida que va creciendo el nivel de vida, hay cada vez más gente
a la que le encanta el vino", explica a la AFP el magnate de la construcción
en su bodega "Zhang-Laffitte", transformada en hotel-restaurante de
lujo, antes de coger un avión con destino a Nueva York.
A su lado, su mujer, que exulta ante la llegada de un nuevo contenedor
con vinos franceses. "¿Ven estas botellas? Casi no
las hay de vino rosado", explica, haciendo gala de sus conocimientos
vitivinícolas.
"Todavía hay pocas bodegas individuales, pero cada vez son más
las personas que viven en las ciudades que desean tenerlas", asegura Zhang.
De hecho, en los alrededores de su magnífico castillo en
cuya construcción se gasto más de 100 millones de
euros, el propio Zhang tiene previsto edificar un 'club del vino',
con un salón de degustación, un viñedo y un
museo del vino, en el que exhibirá, sobre todo, los 300
aperos de viticultura que compró a un coleccionista francés
cerca de Angers.
"La clase media crece y hay una tendencia a adoptar los símbolos
occidentales del éxito", constataba recientemente, en la prensa de
su país, uno de los responsables de la Corporación Australiana
de Vinos y Licores (AWBC), Eric Wisgard. A su juicio, los que se aprovecharon
de las reformas lanzadas por el régimen comunista a finales de los años
90 "buscan marcas internacionales y otros signos de abundancia occidental.
Y el vino es uno de ellos".
Fuente:
François bougon
/ AFP
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De
la defensa nacional a la Asociación Vitivinícola
Argentina
"Ha surgido un gran problema -se lee en una publicación vitivinícola
de 1904- la venta clandestina de vinos adulterados o artificiales que no pagan
impuestos. El fraude en la elaboración significa el peligro para la salud
pública y el del fisco que pierde el importe de patentes e impuestos que
no se abonan y por lo tanto, no recibían un control legal. De ahí que
surge, desde dentro de la industria, la necesidad de conformar una institución
en defensa de la vitivinicultura". Es que si bien el ferrocarril acortó las
distancias en cuanto a tiempo, el problema de la lejanía entre el origen
y la distribución del vino siguió existiendo. Y con ella el problema
del control de una práctica arraigada ya desde épocas coloniales:
la adulteración del vino. En efecto, el primer impulso para el control
legal de la producción vitivinícola no surgió desde el Estado,
sino de los particulares. El 13 de julio de 1904 se hace en Buenos Aires la primera
reunión a la que asisten "fuertes industriales" el vino fundando
la "Defensa Vitivinícola Nacional" (luego llamado Centro Vitivinícola
Nacional). Los "fuertes industriales" asistentes representaban los
intereses de grandes bodegas como Domingo Tomba y Hnos., J.E. CopeJlo y Cía.;
Tiburcio Benegas; Alejandro Suárez; C. Devoto y Cía.; Giol y Gargantini;
B. Arizu y Luis Tirasso, Malgor y Herfst.
En esa reunión se acuerda conformar una primera comisión
con el objetivo de "presentarse ante el Gobierno nacional
y provinciales en solicitud de medidas, y designar al Abogado Gerente
que tendría funciones de gestión administrativas
y judiciales".
El paso siguiente fue nombrar en Mendoza y en San Juan comisiones
conformadas por Domingo Tomba, Juan Giol, Melchor Víllanueva,
A. Raffaelli, Pascual Toso y Sotero Arizu. En San Juan, trabajarían
Jaime Colomé y Manuel Vacarezza.
En noviembre de 1904 el Diputado Nacional por Mendoza, Julián
Barraquero fundó el "Centro Vitivinícola de
Mendoza" con el apoyo del gobierno provincial.
De la fusión entre éste y el primero fundado en Buenos
Aires, surgió en marzo de 1905 el Centro Vitivinícola
Nacional presidido por Isaac M. Chavaría, su Vicepresidente
era Francisco Yanello y el Asesor Letrado, Julián Barraquero.
Las primeras acciones de la nueva entidad se concentraron en la
lucha contra la adulteración del vino, también en
una decidida acción para influir sobre la legislación
vitivinícola, la lucha contra el fisco por las fuertes contribuciones
impuestas al sector y en la negociación de las tarifas de
los fletes ferroviarios ante la empresa inglesa (Buenos Aires al
Pacífico). En general, estos objetivos iniciales fueron
cumplidos con éxito logrando incluso, que el Estado nombrara
y asumiera los sueldos de los Inspectores Especiales que comenzaron
la tarea de control y fiscalización en Buenos Aires y el
Litoral. En esta última zona nombran una tercera Comisión
con sede en Rosario.
Más adelante intervendrá en las negociaciones del
Tratado Comercial con Chile de 1908 para que incluyera la defensa
de nuestra vitivinicultura.
Ese mismo año comenzó a publicar el Boletín
Oficial de la Institución.
Fuente: www.bodegasdeargentina.org
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Breve historia de la empanada
Salteña, tucumana, llaucha, pucacapa, pastel frito, allaca,
arepa, empanada de pino, tamal, empanada argentina. Son muchas
las variedades, muchos los rellenos, las formas de prepararlas,
las razones de comerlas, pero sólo es uno el alimento. No
importa dónde se la coma, la masa que envuelve y esconde
el relleno, el corazón secreto de la empanada, la mezcla
de sabores y la suavidad de la masa es sólo una y el afán
de comerla y descubrir sus entrañas es el mismo que permitió a
la humanidad descubrir el mundo y sorprenderse con el corazón
verdadero de las cosas. Pero detrás de toda plato tenemos
una historia que muchas veces desconocemos:
Las empanadas son originarias medio oriente, más precisamente
de Arabia.
Algunas referencias sobre su existencia se encuentran también
en la antigua Persia siglos antes de Cristo. Desde allí se
puede imaginar su viaje hasta el pueblo árabe con sus tradicionales
fatay o esfiha, con carne de cordero y trigo burgol. Es muy fácil
imaginar la necesidad de una comida que alimente y que sea fácilmente
transportable en las largas travesías de los viajeros.
En principio llegaron a la península ibérica en las
alforjas de los invasores moros (siglo VIII), junto a los almíbares,
los hojaldres, los alfajores, las almohadas, las álgebras
e muchos otros elementos hoy día comunes en occidente.
Recuperada Granada y alrededores, la empanada se nacionalizo española
y conoció versiones hispánicas muy similares a las
argentinas, sólo que más chicas, llamadas empanadillas.
Luego los conquistadores y colonizadores españoles la trajeron
a América.
Originalmente se asentó en la región andina y fue
modificándose con los productos autóctonos de cada
territorio. A lo largo de toda la cordillera latinoamericana esta
exquisita y práctica comida presenta distintas variantes:
es más o menos jugosa, más o menos picante, horneada
en horno común o de barro, o frita, con repulgue arriba
o al costado, cambiada por el aroma único del comino del
noroeste argentino o ardiente por el ají que llegó del
Perú, perfumada por la aceituna o por las pasas de uva,
etc.
El relleno varía de región en región:
La empanadas "Salteñas" y las "Tucumanas" (de
la provincia de Salta y Tucumán) sean tal vez las más
famosas. Desde allí se expandieron tanto para el sur (otras
provincias argentinas) como para el Norte, sobretodo en Bolivia
donde también se las llaman "salteñas".
Las típicas empanadas salteñas son bien jugosas,
ya que la carne es picada a cuchillo en trocitos de 3 mm aprox.
También llevan huevo duro, cebolla blanca, cebolla de verdeo,
pimentón, ají molido grueso , comino y muchas veces
pasas de uva. Una vez rellena la maza, se cocinan en horno de barro
o se fritan y siempre se comen con la mano. Es tradicional en las
peñas folclóricas comerlas con las piernas abiertas
para nos mancharse con el jugo cuando son mordidas.
La empanada en La Rioja lleva, además de carne, cebolla
de verdeo y papas, aunque existe otra variante de la misma provincia,
un poco más picante, cuya clave radica en el ají que
se añade a la preparación. En Mendoza y San Juan
el secreto está en la sabia combinación por partes
iguales de carne y cebolla.
En Córdoba se pinta con huevo y azúcar dándole
un toque dulzón.
Por su parte, en Santiago del Estero, se caracterizan por el agregado
de la arveja.
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Música
contemporánea en Buenos Aires
Del
martes 7 al miércoles
29 de noviembre de
2006 / Ciudad de Buenos
Aires, Argentina.
Teatro Presidente Alvear, Av. Corrientes 1659
Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929
Teatro Margarita Xirgu, Chacabuco 875
El Complejo Teatral de Buenos Aires presenta una nueva edición
del Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea,
que se realiza por décimo año de manera consecutiva
en sus escenarios. En esta oportunidad, los conciertos se realizarán –en
su mayoría- en el Teatro Alvear. Del 7 al 29 de noviembre
se realizarán más de 11 conciertos, con la participación
de Musik Fabrik (Alemania), Drumming/Proverb, Dúo Bugallo-Williams,
Cuarteto Diotima (Francia), Salvatore Sciarrino y un homenaje a
Gerado Gandini, entre otros.
[+]
Programación completa
World
Press Photo 06
C.C.Borges
/ Viamonte esq. San Martín
/ 5555-5359
Ciudad
de Buenos Aires, Argentina.
Del 2 de noviembre al 3 de diciembre
49 Concurso de fotorreporteros, integrado por más de 200
fotografías seleccionadas entre 83.000 imágenes presentadas
por 4.448 fotorreporteros de 122 países.
Encabeza la muestra una imagen color del fotógrafo canadiense
Finbar O´Reilly, de la agencia Reuters, elegida por el jurado
internacional del certamen como la mejor imagen del Año
2005.
[+]
más info (inglés)
Clásicos
mudos con música
en vivo
Todos
los lunes de noviembre
19 hs / Biblioteca Nacional,
Agüero, 2502. Tel:
4808-6000
Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Todos los lunes de noviembre, en la Biblioteca Nacional, se proyectarán
películas de cine mudo con acompañamiento de piano
en vivo. Las funciones se llevarán a cabo en la sala Jorge
Luis Borges. El lunes 13 será el turno de Axel Krygier en
el piano y de la película “El circo” (1928)
dirigida y protagonizada por Charles Chaplin.
“Metrópolis” (1926), de Fritz Lang, será la película
del lunes 20. Al piano estará Ezequiel Mantega. Cerrará, el lunes
27, “El acorazado Potemkin” (1925), de Sergei M. Eisenstein. En el
piano, Pablo Rotemberg.
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Historia
de la alimentación.
de
FLANDRIN, JEAN-LOUIS y MONTANARI,
MASSIMO
ISBN:
8497041453 / 1101 pgs
EDICIONES
TREA, S.L.
¿Cuándo se empezaron a cocer los alimentos? ¿A partir de
cuándo se puede hablar de cocina? ¿En qué época surgieron
los festines? ¿Y el hábito de las comidas regulares? ¿Y
nuestra manera de comer, sentados en sillas en torno a una mesa alta, cada uno
en su plato, cortando la carne con cuchillo y tenedor individuales? ¿Por
qué de una sociedad a otra, y de una época a la siguiente, es tan
diferente la elección de los alimentos, su valor gastronómico,
su preparación y la manera de comerlos?
La alimentación no sólo remite a la satisfacción
de una necesidad fisiológica idéntica en todos los
seres humanos, sino también a la diversidad de culturas
y a todo lo que contribuye a modelar la identidad de cada pueblo;
depende de las técnicas de producción agrícola,
de las estructuras sociales, de las representaciones dietéticas
y religiosas y consiguientes preceptos, de la visión del
mundo y de un conjunto de tradiciones lentamente elaboradas a lo
largo de los siglos. Las relaciones entre esos aspectos de la cultura
y las maneras de alimentarse han existido siempre, desde la conquista
del fuego hasta el desembarco de McDonald’s en Europa.
Esta es la larga historia que este libro nos invita a descubrir.
A lo largo de sus 1.000 páginas encontraremos el alimento
de cada día, la función del pan, del vino y de las
especias, el arte culinario y también las hambrunas que
asolaban periódicamente la antigua Europa o las transformaciones
del consumo alimentario desde hace dos siglos. Descubriremos que
nuestros antepasados ya tenían libros de cocina y que los
oficios de la alimentación eran aún más numerosos
que hoy en día; también descubriremos que la tradición
occidental se alimentó en mayor o menor medida de culturas
vecinas: la de Mesopotamia y el antiguo Egipto, la griega y la
romana, ía y la árabe y, finalmente, la americana.
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