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Valbona Malbec Reserva 2002
Nueva cosecha

Tras haberse agotado a pocos meses de su lanzamiento la cosecha 2001 del Valbona Malbec Reserva, durante la segunda semana de Noviembre de 2004 estamos presentando al mercado la cosecha 2002.

Criado en barricas de roble americano durante 10 meses, presenta un color rojo oscuro con destellos violáceos y aromas de pasas de uva, frutas negras maduras, café tostado fresco y chocolate dulce. Es un vino intenso y de gran consitencia. Ideal para acompañar pastas con salsas picantes, carnes rojas y variedad de quesos.

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Eger, el Vino de los Héroes.



Situada a 110 kms al este de Budapest, en esta ciudad histórica se libró una de las más famosas batallas contra los turcos en 1552 en el asedio a su interesante castillo, que aún puede visitarse dominando esta población de 65.000 habitantes. La histórica victoria húngara sobre los turcos está rodeada de leyenda, ya que las mujeres, carentes de víveres, proporcionaron a los soldados su intenso vino local como único alimento. El valor mostrado en la defensa y las ropas y barbas manchadas hicieron creer a los turcos que habían ingerido sangre de toro. Asustados, se retiraron de la ciudad.
Desde entonces, Eger ostenta el título de ciudad heroica, y su aromático vino local se conoce desde entonces como Egri bikáver o sangre de toro. Este acontecimiento histórico fue inmortalizado en la novela titulada "Las estrellas de Eger" de Géza Gárdonyi, que todavía hoy es uno de los libros más leídos en el país.

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A.O.C.:

D.O.C.G.:

A.P. Nr.: (Alemania) Amtliche Prüfungsnumer. Es un número que se da a los vinos que han pasado por una prueba oficial -a ojos cerrados- de su sabor y un análisis químico. Es poco usual que un vino alemán de calidad no pase esta prueba de control.

A.V.A.: (EE.UU.) Este es el equivalente al D.O.C.. Significa Approved Viticultural Area, pudiéndolo leer en las etiquetas californianas. Si la etiqueta trae el nombre de una zona geográfica, el contenido del vino puede incluir hasta un 75% de las uvas de esa región. En cambio, si la etiqueta lleva el nombre de una casa vinícola, entonces el 95% del vino debe ser de esos viñedos.

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Historia del Tokaj húngaro.

Hungría es un país situado en una región geográfica que favorece al desarrollo de viniculturas y producción de vinos. La temperatura anual media oscila entre 11 y 16 grados; y los suelos muy fértiles y el número de horas solares alto permiten cultivar diferentes tipos de uvas.

Originalmente los Magiares no sabían los secretos de la producción de este alcohol, que lo obtenían durante las guerras, robando las sedes enemigas. Los primeros cultivos de vid aparecieron después del establecimiento del estado húngaro.

Desde el período del reinado del rey San Esteban, la vinicultura se convirtió en un ramo de economía medieval muy importante. Aunque la invasión de los Mongoles destruyó gran parte de viñas, Hungría logró reconstruir los cultivos gracias a la eximición que dio el rey a los cultivadores, dándoles tiempo para recuperar sus viniculturas. Gracias a esa decisión comenzó el proceso del desarrollo de enología y comercio de vino. El rey era quien promulgaba los permisos para el cultivos y la venta, así como determinaba el alcance de los deberes ante el tesoro real.

La invasión turca del siglo XVI frenó el proceso del desarrollo de viniculturas. Aunque los propietarios de los viñedos no tuvieron que preocuparse por el peligro de perder la vida, ya que a los Turcos les gustaba mucho el vino húngaro, las tropas destruyeron gran parte de cultivos.
Los que conocen bien los vinos magiares saben, que si no hubiera sucedido el ataque turco, en presente no habrían bebido el famoso Tokaj Aszú. La historia cuenta que el paso de los soldados turcos asustó a los viñateros, que decidieron esperar para cosechar hasta que se fueran. Las uvas maduraban en las pendientes hasta la mitad de octubre, cuando prácticamente se secaron en el sol. Después de recoger racimos no había otro remedio que seleccionar las uvas más secas, separarlas, aplastarlas y meter al zumo recibido de los racimos más suculentos. Así surgió una de las variedades más conocidas y más apreciadas de los vinos de Tokaj.



Entre 1870 y 80 Hungría era el tercer país exportador de este alcohol en el mundo. Por desgracia, poco después sucedió la epidemia de filoxera, que destruyó aproximadamente 70% de los viñedos. Los cultivadores lograron recuperar sus viñas al final del siglo. En 1919, Hungría perdió unos 70% de su territorio, que significaba la perdida de unos 30% de cultivos de viña. La caída de la monarquía y la situación económica desastrosa frenaron el desarrollo de este ramo de producción. Comenzó la crisis más tremenda en la historia de la enología de la cual se recuperaron luego de la década del 70 gracias a cambios político-económicos cuando resultó posible dirigir nuevamente la producción a los mercados de Europa Occidental.

Cine
Un invitado estelar: El vino


Viñas de Ira (1940), de John Ford con Henry Fonda como protagonista.

Son muchas las producciones cinematográficas donde el mundo del vino aparece de alguna manera involucrado, ya sea como un tema central o en alguna secuencia.

En el terreno de los clásicos, Viñas de ira, gran exponente del cine social americano, ejercita un crudo manifiesto sobre la grave situación de los campesinos. El film fue realizado en 1940 casi íntegramente en exteriores por el legendario cineasta John Ford.

Detrás del mostrador. Los bodegueros y los vendedores de vino han resultado criaturas cinematográficas muy particulares. Paul Bartel, protagonista y director de la mítica Comiéndose a Raúl, da vida en esta cínica producción independiente a un empleado de una casa de licores que sueña con ser un buen conocedor y catador de vinos. Los extremos a los que la pareja será capaz de llegar por dinero transforman esta comedia de humor negro en una alegoría sobre la codicia de los años '80.

En Sangre y vino, de Bob Rafelson, Jack Nicholson interpreta al propietario de la tienda de vinos más prestigiosa de Miami. El film es un donde se despliegan múltiples traiciones entre los personajes. El reparto se completa con Michael Caine, Judy Davis y Jennifer López.

El retrato de la cena con velas, algún plato especial y las infaltables copas de vino se ha transformado en ícono del romanticismo por excelencia. Algunos brindis-cliché pueden verse en producciones como Sólo tú y Otoño en Nueva York. Otros más elegantes en films como El talentoso Mr. Ripley y El caso Thomas Crown. Algunos un tanto más tensos desfilan en la argentina Felicidades y en la danesa La celebración, que hacen del choque de copas una instancia en la que se expresan las más oscuras hipocresías.


Viridiana de Luis Buñuel.

Si de festines hablamos, no hay más escandaloso que el de Viridiana. En esta obra del siempre polémico Luis Buñuel, un puñado de mendigos invaden un gran caserón y tras sucesivos brindis derivan en una caótica orgía.

Por último podemos destacar que ya existe un festival de cine emparentado intimamente con el vino, donde los asistentes pueden deleitarse con los vinos de la región mientras ven las películas en auditorios abiertos al aire libre. El Wine Country Film Festival que se lleva a cabo en los valles de Napa y Sonoma (California) ya va por su 19na edición.
Extraido de un artículo de Laureano Manson.